Hoy toca seguir ampliando nuestra sección de Lecciones de Economía y lo haremos con un tema que no solemos indagar mucho sobre él, la contabilidad y el funcionamiento de una empresa. Por lo tanto, hoy introduciremos cómo se estructuran y en qué se diferencian las diferentes cuentas de una empresa.
Antes de nada definiremos (vía Wikipedia) qué es una Cuenta:
«La cuenta es el elemento básico y central en la contabilidad y en los servicios de pagos. La cuenta contable es la representación valorada en unidades monetarias, de cada uno de los elementos que componen el patrimonio de una empresa (bienes, derechos y obligaciones) y del resultado de la misma (ingresos y gastos), permite el seguimiento de la evolución de los elementos en el tiempo. Por lo tanto hay tantas cuentas como elementos patrimoniales tenga la empresa, y en consecuencia el conjunto de cuentas de una empresa supone una representación completa del patrimonio y del resultado (beneficios o pérdidas) de la empresa.»
Empecemos haciendo dos grandes distinciones en el grupo de cuentas como hemos resaltado previamente.
- Cuentas de Patrimonio: Son aquellas cuentas que aparecerán reflejadas en el balance de situación y que no reflejan datos del ejercicio actual. Pueden ser tan variadas como una nave industrial, las patentes que tenemos, las mercancías del almacén, las deudas que un cliente tiene con nosotros o cuánto dinero tenemos en el banco. Pero también pueden ser deudas que tengamos nosotros con el banco a largo plazo, deudas a corto plazo (menos de un año) con nuestro proveedores o el capital social de la empresa.

- Cuentas de Gestión: Éstas cuentas son (básicamente) las que registran un ingreso o un gasto en la actividad de la empresa. Para diferenciarlas de las de patrimonio, debemos saber diferenciar si afectan o no al patrimonio final de la empresa, si lo incrementa o lo reduce. Al final de año se hace una cuenta que aúna todas las cuentas de gestión que se llama Resultado del Ejercicio. Será en ese momento en el que representaremos cómo ha ido el año (si hemos tenido más ingresos que gastos) tendremos beneficios que aumentarán el balance, o si en otro caso hemos tenido pérdidas tendremos que reducir el balance ya que habremos perdido en el ejercicio finalizado.
Un ejemplo pueden ser las compras (o ventas) de mercaderías o materias primeras, cualquier pago que refleje un servicio como los sueldos o gastos de agua, luz o gas. Todos los movimientos se reflejan en la cuenta de resultados (mientras que en las de Patrimonio se reflejan en el Balance de situación).
Esperamos que os haya ayudado y no os preocupéis ya que aun queda mucho por explicar en este tema. Como resumen final podéis recordar lo siguiente.
Los dos grandes grupos de cuentas son de Patrimonio y de Gestión. Las primeras reflejan qué tenemos y cómo lo financiamos externamente (deudas) o internamente (recursos propios que ya explicaremos). En cambio, las cuentas de gestión nos informan de cómo estamos gestionando la empresa durante el periodo analizado, qué ingresamos y en qué gastamos.
¿De momento fácil no?
Buena intro =)